UNA BUENA INFLUENCIA

UNA BUENA INFLUENCIA

Imprimir

Él vivía creyendo que desperdiciaba su tiempo encerrado en sí mismo. Hasta que un día alguien puso ante él los primeros peldaños para cambiar.

Nunca lo había intentado. No le preocupaba, por ejemplo, la sensación que su aspecto desastrado pudiese provocar en los demás, puesto que los demás no le importaban. Y aquella persona que le empezó a abrir los ojos le aconsejó que saliera de su cascarón y mostrase lo bueno que había en él.

Desde que se puso a intentarlo, su existencia dio un vuelco. Se abrió a los otros, compartió sus sueños y sus preocupaciones, nunca más dijo “no” cuando quería decir “sí”, ni “sí” cuando quería decir “no”. Intentó aprender lo que no sabía y todos apreciaban sus iniciativas y sus ganas de trabajar y aportar cosas nuevas.

Fue increíble. A medida que subía aquellos peldaños del cambio, todos cambiaban también a su alrededor y él se sentía, día a día, más seguro de sí. De estar aislado, pasó a formar parte del mundo y el mundo, desde entonces, le responde.

Patricia Aliu

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.