Esto ya no es calentamiento global, es abrasamiento global

Calentamiento global, o abrasamiento global

Imprimir

Hace más calor en nuestro planeta ahora que en ningún otro momento de la historia del que se tenga constancia, lo que ha

desatado una vorágine de olas de calor, megasequías y océanos acidificados. Estamos destrozando el templo de la vida y hemos llevado a un millón de especies al borde de la extinción.

Dentro de 50 años, mil quinientos millones de personas podrían verse obligadas a escapar de unas temperaturas tan altas como las del desierto del Sáhara. Actualmente, ya son 20 millones las que huyen cada año.

Un aumento global de la temperatura de tan solo 1°C está causando un gran trastorno para la vida en la Tierra. Vamos camino de los 3°C. Imaginemos solo por un momento el planeta hostil y desolado que heredarán nuestros hijos e hijas.

Pero aquí va el dato más importante: todavía PODEMOS revertir esta situación. Tal vez seamos la última generación que tenga esta posibilidad en sus manos. Los próximos 5 meses son cruciales.

Los líderes mundiales celebrarán dos grandes cumbres de la ONU en las que deberán tomar decisiones fundamentales sobre el clima y la crisis de extinciones. Podrían cambiarlo todo... O nada. Esto significa que solo disponemos de 150 días para lograr que nuestros dirigentes se pongan las pilas, aumentar considerablemente nuestro equipo para desbancar al ejército defensor de los combustibles fósiles, impulsar marchas masivas y hacer que el mundo respalde nuestro osado plan para salvar la naturaleza.

La Tierra ya no puede esperar más. Este es uno de los momentos más importantes para estar vivo en este frágil planeta, porque todo pende de un hilo.

En octubre tendrá lugar la Cumbre sobre Biodiversidad de la ONU, que pretende acabar con la crisis de extinciones a través de nuevas y ambiciosas protecciones para la naturaleza. Luego, tan solo unas semanas después, la Cumbre Internacional del Clima es nuestra mejor oportunidad de conseguir nuevos compromisos para evitar una catástrofe climática.

No será fácil, pero hay motivos para la esperanza.

Prácticamente todas las economías mundiales más importantes ya han prometido eliminar sus emisiones de carbono para 2050, y la pandemia ha demostrado que los cambios sistémicos y valientes pueden llevar mucho menos tiempo del que nadie imaginaba. La humanidad está aprendiendo que todo lo que hay en nuestro bello planeta está íntimamente relacionado.

Pero estamos ante una emergencia y las promesas no bastan. Necesitamos medidas reales y decisivas, y durante los próximos 5 meses vamos a centrar todos nuestros recursos en ellas. Este es plan:

Ya no es que los peligros a los que nos enfrentamos sean serios; es que amenazan nuestra supervivencia. No podemos desperdiciar este momento: la Tierra necesita una voz potente ahora que los líderes van a decidir el futuro. 

En la batalla para salvar el mundo no hay certezas, solo oportunidades. Nuestros años de marchas, manifestaciones y presiones han ayudado a que, juntos, generemos las oportunidades de oro que hoy tenemos enfrente. Estamos cambiando el mundo juntos, y hoy tengo más esperanza que nunca. Y la esperanza es poder. Poder para levantarnos, luchar y arremeter como nunca antes. Porque no cabe duda de que, cuando unimos nuestras fuerzas -las de los 66 millones de miembros que somos-, nuestro movimiento es capaz de conseguir los resultados más extraordinarios. Este momento lo vale.

Con una esperanza y determinación intensas, siempre,

Huiting Hsu