ÉL SUEÑA
Inmenso. Inabarcable. Manso y traicionero. Precioso y peligroso. Vida y muerte. Lo tiene todo y sigue soñando. Como muchos de nosotros. Siempre insatisfechos.
Desde el azul de su alma, imagina que tiene límites y los desborda. No le importa si, con ello, desaparece. Fantasea también con ser la deriva de una barca sin náufrago y acunarla en sus aguas, cantarle una nana de una luna solitaria que se enamoró de un marinero y se lo llevó al cielo.
Sí, el mar sueña. Cuando despierta, alza olas juguetonas, espumosas, poderosas, ondas de armonía sabor a sal. Al caer el sol, el mar vuelve a soñar.
Patricia Aliu
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Ilustración: estampa "La gran ola de Kanagawa" (1830-1833), de Katsushika Hokusai, con toques de "La noche estrellada", de Vincent Van Gogh