Dani Izquierdo ama tanto a las palabras que al abarcarlas, las estruja, las modifica, les hace sangrar a veces; vuelan con New Roman. Dani, «Don Nadie», como se autonombra, siempre es un amigo. Te ofrece su casa, te acomoda en ella. Te da agua, te sienta

en la butaca de orejeras, pone la mejor de sus sonrisas y poco a poco te va mostrando sus escritos: admirables en su sintaxis, ejemplares en su descripción. De belleza inconmensurable, imposibles de encontrar otros parecidos en la barahúnda de las redes sociales.

Unas veces habla de su pueblecico de Teruel, Aguilar del Alfambra. De sus yayicos que hace ya mucho que les falta, de su sobrina del alma, Alba, o de una catedrática, amiga envidiable, que un día descubrió la vida, abandonó la enseñanza y se puso a vender fruta.

Otras veces, baja el listón y se va por los cerros de Stefan Zweig, de Jaroslav Hašek, de Kant …

Te atrapa inexorablemente, cuando menos te lo esperas, siempre en el momento en que estás tan a gusto, confiado, leyéndolo, entonces suelta el desenlace de una intensidad emocional tal de su relato que nos pone al borde de la hipoxemia.

Hoy, Dani, sin malicia, dice él, pregunta en esa corrala virtual que es Facebook: “¿Qué es un/a poeta?”.

¿Qué es un/a poeta?. ¿Y tú me lo preguntas, amigo Dani ?.

Felipe Sérvulo