( MICRORRELATOS PARA UNA PRIMAVERA CERCANA ) LA LLUVIA NEGRA
Ahora que siguen tambores de guerra y de vez en cuando nos amenazan con bombas atómicas, traigo como reflexión una película llamada “La lluvia negra”, algo antigua, de 1986, pero de triste actualidad. El film se centra en la historia de Yasuko, una joven afectada por la lluvia radiactiva, que ocurrió tras la explosión de Hiroshima y conmueve como pocas veces
se ha visto en la historia del cine, porque transmite el desconcierto de las víctimas ante los prejuicios. Después de haber sufrido ya con la explosión, constatan que ya nada volvería a ser igual, porque una vida destrozada no se puede reconstruir, aunque sí se puede reconstruir una ciudad devastada.
Esta película antibelicista, amarga y necesaria, rodada en blanco y negro acentúa el dramatismo del holocausto. El director no levanta la voz durante la narración, pero sacude al espectador de principio a fin y hace llegar su mensaje de manera nítida, convirtiendo la película en un documento certero y descarnado de los horrores de la guerra y del dolor ocasionado a víctimas inocentes.
La protagonista no tendrá ya futuro al ser rechazada por sus posibles pretendientes, sobrecogiéndonos al comprobar cómo soporta estoicamente su dolor.
Shôhei Imamura nos muestra vidas truncadas por la degradación de los cuerpos y por la incapacidad de las mentes de asimilar tanto horror.
Entonces he recordado a Pablo Inmortal Neruda:
[…] Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Felipe Sérvulo