MI TRADICIÓN DE SANT JOAN
Hace varios años ya que por Sant Joan inicié la tradición de eliminar de mis listas de contactos en las (nunca mejor llamadas) redes sociales a todos esos y esas que no sé para qué quieren o quisieron tenerme en las suyas si luego ni una sola vez interactúan ni con un simple me gusta, ya menos aún con un cómo te va.
Como cada año digo, no nos echaremos de menos. Y como no soy un hipócrita, invito a quien piense lo mismo de mí a hacerlo también.
Así que adiós, antes que a ninguno, a los totalitarios.
También a los que creen que ellos no lo son, pero se lo llaman a los que hacen o piensan lo mismo que ellos, pero desde el lado “opuesto”.
A los que no soportan que no sea indepe. A los que no soportan que sea catalán.
A los que pretenden decirme qué idioma debo hablar, pero no toleran que a ellos les digan en qué idioma deben hablar.
A los chafarderos, a los plagiadores, a los patriotas de banderas, a los infalibles, a los perfectos, a los jueces de vidas ajenas, a los intransigentes que van de adalides de la libertad, a todos ellos, ellas, elles, a los que hay que respetar por pensar como piensan, pero te insultan si no piensas exactamente igual.
A los que pretenden uniformarnos.
A los de, como todos roban, prefiero que me roben los míos.
A los que son demócratas sólo cuando gana su opción.
A los que ven o no constitutivo de delito un acto dependiendo de quién lo haya cometido, si los suyos o los nuestros.
A los que no soportan que hable de política y/o creen que sólo hablo de eso.
A los que creen que en las guerras hay vencedores.
A los simpáticos de esa España una grande y libre que me insultan por privado y en público muchas veces.
A los simpáticos de esa Catalunya una, grande y libre que me insultan por privado y en público muchas veces y se creen diferentes de los anteriores, pero usan sus mismos argumentos.
A los de libertad para tomarte todas las cañas que puedas mientras esperas visita con el especialista en el hospital.
A los que creen que es libertad de expresión apoyar a un rapero que canta que maten al Rey o violen a las infantas, pero ven intolerable que cuelguen muñecos de Puigdemont o que los Hombres G vayan a vengarse de ese marica.
A todos los del y tú más que estarían dándose garrotazos todos los días por las esquinas.
A los que piensan que las culpas se heredan y les repugnas porque el bisabuelo del tatarabuelo de tu abuelo hizo algo con lo que no están de acuerdo.
A los que transmiten el odio y el rencor a sus hijos para contribuir a que el país y el mundo en general sea esto en lo que lo hemos convertido.
A los que cobran cinco mil euros y se oponen a que suba el salario mínimo porque creen que sólo sus trabajos son importantes.
A los/las que retiran, mutilan y prohíben libros y versos en nombre de la libertad.
En fin, a todos esos.
Y un saludo especial a los que piensen que yo no soy muy distinto a muchos de los anteriores. Seguramente tendrán razón, pero a mí no me queda más remedio que soportarme.
Así que cada uno por su lado y todos tan amigos. O no.
Ismael Pérez de Pedro.