¿Quién es diferente?  Mi experiencia con personas con Síndrome de Down

¿Quién es diferente? Mi experiencia con personas con Síndrome de Down

Un día, llegó a mi consulta una joven de 21 años con su mamá. Nunca había acompañado a una persona con Síndrome de Down,

pero parece que la vida me tenía reservado esta sorpresa…. Y la acogí, desde la humildad, el respeto, y las ganas de descubrir, de explorar, de buscar el mayor bienestar posible para todos. 

El bienestar de un individuo depende en gran medida de su entorno y, eso es especialmente válido para los jóvenes, y el colectivo de personas con síndrome de Down cuya empatía y sensibilidad toman una relevancia particular. Familiares, cuidadores, amigas y amigos, compañeras y compañeros de trabajo son partes integrantes de una buena salud emocional y mental. 

¿Hasta qué punto un hijo o una hija está dispuesto a llegar para aliviar el dolor de sus seres queridos, haciéndose eco o portador de unos síntomas, o comportamientos llamativos?

Necesitamos conocernos, reconocer nuestras emociones, gestionarlas, expresarlas, hacernos cargo personalmente de lo que nos pasa, para que la familia y la comunidad sea más sana.

Entre colectivos, supuestamente diferentes, nos tenemos que dar cuenta de que tenemos mucho más en común que diferencias. Que todos necesitamos lo mismo. Salud, seguridad, afectos sanos, sentir que formamos parte de algo más grande. Si cada miembro de un grupo busca su sanación como individuo, el colectivo se beneficia.

Hasta hace dos o tres generaciones, lo diferente se ocultaba, era sinónimo de vergüenza, castigo, represión. Pero nuestra evolución va hacia la inclusión, el reconocimiento mutuo de que estamos aquí, y que todos tenemos un lugar legítimo que tomar, y una aportación que ofrecer a los demás.

Katia Thebault. 

Terapeuta Gestalt.

Espai Terapéutic   Viladecans