
Poemas inéditos
EL TEMBLOR DE MI CUERPO
El temblor de mi cuerpo
se detiene con el rumor
de las acacias y begonias.
La primavera revienta
de vida las calles, aceras
y praderas de mi ciudad
en un grito de alegría.
Jilgueros y mirlos
vuelan con gracia,
como ángeles benditos.
Traen noticias nuevas,
perfumes de Oriente,
inauditos y seductores.
La fiesta de colores
se abre por fin ante mis ojos,
junto con el vals Vienés
y caricias de violines.
Hoy parece que la vida
nace otra vez, más bella,
rendida al placer
más puro y noble.
VEN Y RODÉAME CON TUS BRAZOS
Ven y rodéame con tus brazos
ágiles y fuertes como águilas,
surcando el vasto cielo.
No me dejes sola
en medio de la noche,
donde los duendes
merodean oscuros.
Abraza mi cuerpo
desplomado en los sueños
y alza mi vuelo
hasta el lejano horizonte.
Allá donde la vida
es de oro y rosas
y huele a miel y verbena.
Micaela Serrano Quesada