REFLEXIONES DESDE LA HABITACIÓN 1004 DEL HOSPITAL DE ANDRES GARCIA MOTOS
El día 24 de abril de 2023 fui con mi hermano Salvador al Hospital de Viladecans, para realizarle una revisión periódica de control. Él entró al despecho de su doctor. Le atendió. Salió. Yo me levanté para regresar a mi
casa. Al levantarme se me luxó la cadera operada en 2019.
Me cogieron. Me llevaron muy rápido a urgencias. Me colocaron la prótesis en su lugar. Quedé ingresado. A la mañana siguiente se me volvió a luxar otra vez. Me La volvieron a recolocar y me quedé ingresado, con las dos piernas sujetas, boca arriba, para evitar más luxaciones. Permanecí allí unos días, en observación. Los cirujanos decidieron que tenían que operarme. Se pusieron de acuerdo con los de Bellvitge y decidieron operarme en Bellvitge, porque en Viladecans no tenían unidades de Cardio bascular, ni UCI.
Permanecí en Viladecans un mes, y me trasladaron a Bellvitge donde fui operado con éxito el día 29 de mayo de 2023. La recuperación sería muy larga.
Me propuse escribir un diario para ocupar mi tiempo libre y aprender todo aquello que me enriqueciera y me ayudara a conocer algo del mundo de la salud: médicos, enfermeros, pacientes, dolores, hospitales, servicios, sufrimientos, esperanza, voluntad, alegría, resignación, esfuerzo, miedos, superar adversidades y conformarme con los resultados finales que obtuviera.
REFLEXIONES PARA ANTES DE OPERARME
Quiero compartir unas reflexiones sobre la vida, que concibo como un viaje en tren al que subimos cuando nacemos, lo utilizamos mientras vivimos, y bajamos en la estación final.
En nuestro viaje recorremos infinidad de ciudades, de pueblos, de parajes y paisajes. Nos encontramos con multitud de viajeros. Padecemos decepciones. Nos caemos. Nos levantamos. Adquirimos experiencias y aprendizajes. Formamos una familia. Tenemos hijos. Gozamos con los nietos. Nos hacemos “niños abuelos”. Nuestros cuerpos se deterioran sin remedio.
Pretendemos seguir fuertes, pero el tiempo y la edad nos llevan a la realidad que nos envuelve con su manto de misterio. Notamos que nuestro tren necesita pasar por el taller para estar en forma y proseguir en marcha, haciendo los kilómetros que nos asignaron. Afortunadamente hay muchos mecánicos-médicos que reparan las averías físicas y anímicas en estos talleres-hospitales especializados.
Nos atienden “los ángeles custodios de la salud” y nos dan ánimos, energías, afectos, ilusiones, paz y luz para que llegaremos a la última estación. Así es la vida.
Hemos de estar agradecidos por todo lo recibido como regalo, y aceptar con orgullo el viaje. Somos demasiado mimados por estos ángeles que nos cuidan con sonrisas de bondad y nos acompañan siempre.
REFLEXIÓN PREOPERATORIA- SONETO
Se aproxima mi tren a un mal momento,
debido al deterioro de la vía,
al cansancio y escasez de la energía
que le hacen avanzar a paso lento.
Me dice la esperanza que esté atento,
que viva ensimismado en la alegría
de aquellos que me ofrecen compañía
y me dan seguridad como alimento,
que no tema los baches del camino;
el tren continuará siempre adelante
y no se detendrá hasta su destino
que se encuentra cercano o muy distante,
disfrutando del viaje que es divino,
compendio de la vida emocionante.