Hoy es mi tercer día de gripe, o lo que sea. Las pruebas nasales dan negativas pero yo no tengo un solo hueso en el cuerpo alineado y que no me duela. Anoche dormí incluso menos de las tres horas que acostumbro, acompañado de esa tos que hace que parezca que un alien va a salirte de la garganta. Parece que se me haya sentado un elefante en el pecho. Voy probando de todo, Paracetamol, agua, ebastel...Hoy he comprado un jarabe antitusivo de esos que te raspan la garganta, pero toso, y moqueo, y toso, y me duele, y toso, y tengo frío, y toso, y calor, y toso.

Si alguien más me dice que son tres días de subida y tres de bajada, lo estrangulo.Incluso he tosido por teléfono al miserable de la llamada spam de cada día por si una imposible pero deseable acción kármica le contagia. Además , qué extraño en mí, mi colchón nuevo de látex ha ascendido al error más grande que he cometido en lo que a compras se refiere. Y barato no ha sido. Por menos de su precio podría contratar a un sicario para darle un susto al que me lo vendió y que redujera su tienda a cenizas. Y aquí estoy, viendo que he metido las galletas al lavavajillas y la taza en el armario, con una perenne cara de Eros Ramazzotti. Pero sin dinero y con las sienes a punto de abandonar mi cabeza. Y, además, tengo hipo. Y unas ganas enormes de que la psicópata de la película de Antena 3 acuchille de una vez a la protagonista.